INTRODUCCIÓN
El concepto de inteligencia artificial (AI) concebida en los años 50 tiene como ideal el desarrollo de una máquina con una inteligencia comparable a la de un ser humano, pero los desarrollos actuales (2019) en este campo se han quedado cortos en este ideal.
Los avances actuales en AI son notables, pero éstos se han desarrollado sobre tareas específicas, y son incapaces de hacer sentido en tareas para las cuales no fueron entrenados. Para lograr esto último se requiere de una definición clara y precisa sobre inteligencia general.
Un testimonio de nuestra inmadurez sobre este campo es que no tenemos una definición satisfactoria sobre la inteligencia, y los estudios publicados en este campo (Legg & Hutter 2007; José Hernández-Orallo 2017) han sido ignorados por la comunidad.
El objetivo de este texto es documentar el supuesto implícito de este campo, corregir algunos de sus sesgos y proveer una definición de inteligencia humana que permita avanzar en este campo.